El Distrito
de San Juan de Lurigancho es el más poblado del departamento de Lima, cuenta con más de un centenar de
vestigios arqueológicos, y en ello,
miles de años de historia de una ciudad que hoy busca rescatar cada uno de
estos lugares, como Mangomarca importante sede arqueológica (cuyo nombre deriva de Manku Marca o “Pueblo
del señor”) ubicado en la Av. El
Santuario. Cerca de este complejo ubicamos estribaciones andinas las cuales se llenan de verdor y belleza durante
la llegada de la estación invernal “Las Lomas
de Mangomarca” aún preserva ese equilibrio natural, en donde antiguamente se
recolectaban diversas especies vegetales, además de especies animales como
cérvidas, pequeñas animales, aves y caracoles terrestres.
En el año
600 d. C. las culturas en el Perú realizan intercambios culturales entre sí,
este intercambio produjo influencias que se perciben, sobre todo en la
cerámica, así surge un estilo llamado Nievería (Cerámica bella, fina y de color
naranja. Cuando decae la presencia de la Cultura Lima, surge un poderoso
señorío llamado Ychma que ocupaba los valles del Rímac y Lurín y tenía como
capital a Pachacamac, ubicado en el Periodo Intermedio Tardío del 900 d. C. al
1470 de. C. El Señorío Ychma agrupaba a varios curacazgos entre ellos el de
Malanga (Maranga), Lati (Ate), Sulco (Surco), Limac (Cercado de Lima), Amancae
(Rímac), Ruricancho (San Juan de Lurigancho), etc. Los Luriganchos formaron
parte del señorío Ychma y ocuparon varios asentamientos o pueblos entre ellos
Canto Chico, Campoy y Mangomarca. Alrededor de los 900 d.C. Mangomarca se
constituye como uno de los centros políticos más importantes del valle bajo del
Rímac, convirtiéndose en la capital del Curacazgo Lurigancho, lugar de
residencia de los señores que gobernaron este territorio. Durante el 1200 d. C.
los Ychmas y sus vecinos los Colleq (Señorío que ocupaba la parte baja del
valle del Chillón) iniciaron grandes batallas por tierras con pueblos belicosos
de las zonas andinas entre ellos los Yauyos y chacllas pudiendo contrarrestarlos,
pero en el año 1470 se produce la llegada del príncipe Inca Túpac Yupanqui,
quien logra anexar a los Ychma al Tahuantinsuyo en 1470 d. C.
Lamentablemente,
la Huaca Mangomarca, ya ha perdido el 70% de la estructura original, debido a
que se encuentra en un estado de abandono, con existencia de basura acumulada
por parte de inescrupulosos; además de ser el escondite de gavilla de
delincuentes y drogadictos que radican en la huaca. A pesar del esfuerzo del Ministerio de
cultura y otras instituciones como Ruricancho y otras entidades preocupadas por
su cuidados estos no han sido suficientes considerando importante la
participación de las instituciones educativas desde los aprendizajes para no
permitir que esta fuente histórica, herencia colectiva ancestral siga siendo
afectada.
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